Heigl y los actores que deciden dar el salto al cine

Mucho se estuvo hablando el pasado año sobre el posible abandono de Katherine Heigl de la serie Anatomía de Grey. El run run fue apareciendo desde los medios hasta los propios foros dedicados a la serie, y todo por el interés de la actriz en subirse al carro del cine, y que este tren al que ahora tiene oportunidad de agarrarse no se le pase. Al final, ha habido desmentido y Katherine Heigl seguirá dos temporadas más en la serie, que es lo que tiene firmado tras el aumento de sueldo que logró en la última revisión de contrato, y que a punto estuvo de dejarla fuera de la serie.

Una primera pregunta tiene que ver con el cansancio del actor con el papel que interpreta. El ritmo de grabación es intenso durante 6 meses, y supone estar esclavo de un personaje durante ese tiempo, lo que implica que llegados unos años todo actor se plantee qué hacer, y más cuando el éxito conlleva la llamada de Hollywood y el dorado que te venden con esto. Y esa es la pregunta que me planteó: ¿qué debe hacer un actor cuando su papel en una serie es importante y el cine llama a sus puertas? ¿Qué casos de éxito ha habido en el salto de un medio a otro? Si nos remontamos a papeles principales o protagonistas en una serie coral, el primer nombre que viene a la mente es el de George Clooney.

Yo, a este señor, le tengo como un tío muy listo, que aceptó protagonizar ciertas películas para darse a conocer, pero que ha sabido darse cuenta del error, y ha redirigido su carrera hasta lo que es hoy en día, un cineasta total. En el cambio ha ganado, dejando una serie en su plenitud de fama, y con un personaje carismático, pero él tenía claro lo que tenía que hacer. En el polo opuesto está su compañera en la serie ‘Urgencias’, Julianna Margalies, que decidió hacer lo mismo que Clooney, creo que dos temporadas después. Sin embargo, el resultado no ha sido todo lo que ella esperaba. Poco nombre en películas, muchas de ellas de poco éxito o desconocidas, para al final terminar de nuevo en el mundo de la televisión haciendo miniseries (el resto de actores que fueron con cuentagotas abandonando la serie, lo hicieron para enfocarse en proyectos de sus grupos teatrales, como ha sido el caso de Noah Wyle)… (continuación en ¡Vaya Tele!).

The Wire, la serie, en suma, Dios en televisión

Me entero que van a estrenar en España la quinta y última temporada de The Wire (Bajo la escucha), o como dice un amigo, «Dios en televisión«. Soy de los que piensa que hay series que traspasan las plataformas y que en concreto The Wire es una de ellas, que se pueden ver como 5 peliculas por cada una de las temporadas o como una película de más de 60 horas. Reflexioné sobre ella, cuando se estrenó en TNT España y cuando se estuvo emitiendo la quinta temporada en USA.

  • Del porqué del tardío estreno ‘The Wire’ (Bajo la escucha): Todos conocemos el maltrato que los canales dan a determinadas series de televisión, al amparo de los programadores y esclavos del share, aunque nos quejemos de vicio, porque muchas de las grandes series americanas no se llegan a estrenar en abierto, como mucho nos queda el DVD, y más si son de la HBO (muchos pensamos que esta etiqueta unida a cualquier programa es sinónimo de buena serie). Por este motivo, para mí es algo difícil de entender que una serie como The Wire (Bajo Escucha) no haya sido ni considerada por los canales públicos para probar su valía, ni tan siquiera para ser programada como contenido válido para la TDT, pero claro, es una serie tan buena y cojonuda, en palabras de gente de la televisión, que es imposible que funcione con un share digno en este país. Para qué arriesgar, ¿no?

  • Como otra vez repetí, a la hora de comprar series de televisión, o valorar qué programas son válidos para colocar en sus parrillas, los encargados de contratar, más bien invertir en esas series, van con dos chips en la cabeza, el primero relacionado con la esclavitud del episodio piloto, el segundo relacionado con el poder y la esclavitud a la que llevan los poseedores de los medidores del share. Pero volviendo a The Wire, lo cierto es que ha costado que la estrenen, la brillante idea la ha tenido el canal temático TNT, que la ha empezado a emitir desde la primera temporada, y que de cara al estreno de la segunda temporada, emitirá desde el 3 de marzo, dentro del espacio TNT Deluxe, y para aquellos que aún no la han descubierto, un maratón de lunes a jueves de la primera temporada a las 00:00 h. (lo cual es de agradecer).

    Dicho esto, el único motivo por el que esta serie se estrena tan tarde, es simplemente por lo buena que es… (continuación en ¡Vaya Tele!).

  • The Wire, otra forma de ver la última temporada: Es lo que tienen las cosas buenas (y lo curioso de estas entradas en las que empezamos prácticamente desde el último capítulo), que siempre hay un final, donde intervienen muchos factores para esta decisión, y todo porque alguien entiende que la historia no da más de sí y es mejor darla por concluida.

  • Desde el principio se sabía que la quinta temporada de The Wire (Bajo escucha) sería la última, que todo se iría calentando hasta el Series Finale de 93 minutos, con que nos obsequió este pasado domingo 9 su creador David Simmons. Y eso es algo que está ahí, que unos pocos (los menos en España, puesto que las televisiones nos tienen aún por la segunda temporada), han podido disfrutar por completo.

    En esta entrada no vamos a tratar ese especial capítulo final, sino que nos vamos a fijar en el especial que en Freakonomics han ido realizando según se iban emitiendo los capítulos de esta temporada final. Resulta que en dicho blog, Sudhir Venkatesh, sociólogo de Columbia, y autor del libro ‘Gang Leader for a Day’, se estuvo reuniendo con líderes de bandas como las que representa la serie… (continuación en ¡Vaya Tele!).

The Daily Show y Colbertnation tras el triunfo de Obama

Tras el triunfo de Obama, me mente teléfila se va directa a pensar en The Daily Show y Colbert nation y el futuro de las fuentes para sus historias. Me explico. Si son dos telediarios satíricos que tenían en Bush un filón, ¿qué van a hacer ahora que este gran cómica se marcha? ¿Dará la nueva casa blanca de Obama el juego suficiente para tenerlo como fuente de inspiración? Cambia el inquilino y el punto de vista hacia el mismo, que sin Bush deja de ser satírico. Supongo que las plumas afiliadas que escriben los guiones de esos programas, encontrarán temas sobre Obama, pero lo cierto es que Bush era un filón y de ahí la duda. Aunque, ahora que lo pienso con detenimiento, Bush va a seguir dando que hablar seguro. Un gran cómico nunca se marcha del todo, pese a que él piense que no tiene nada de cómico. De todas formas, siendo dos grandes programas, ¿por qué me tengo que preocupar?

De Paul Auster al contenido interesante marginado por la audiencia

El share que dan los datos de Sofres lo domina todo. Así está pensado el modelo de negocio de la televisión en España. Unos números dictan que se ve y que no se ve, a las horas en las que la gente seguramente va a estar delante de la televisión… y cuando no lo está. Como lo que se destila en televisión es el contenido morboso y el cotilleo de patio de escalera, no es extraño ver y escuchar en el programa de Ana Rosa frases como las que destaca Javier Pérez de Albéniz en su columna en soitu.

“En las imágenes se ven las pistolas, como apuntan en la cabeza al director del banco y todo tipo de agresiones. Se ve todo”, dice el necrófago oficial del programa de AR. “Y son imágenes reales, no es una película”, asegura Ana Rosa.

La legión de colaboradores que se mueven para buscar ese contenido social que se supone gusta al espectador, eso dice el share, pero todo el mundo reniega de lo que allí se cuenta (mi amigo de televisión dice que cuando más se ve a Ana Rosa es justo antes de que salga Arguiñano, que éste es el verdadero líder de las mañanas…). Seguramente esta entrada tendría más éxito si en vez de Paul Auster colgase una fotografía de Ana Rosa, o apareciese su nombre en el título de la entrada… (continuación en ¡Vaya Tele!).

Las falsas impresiones de los episodios pilotos

Ahora que ya no escribo en ¡Vaya Tele! (así, entre signos de admiración, que la gente siempre se olvida de ponerlos), la crisis manda y hay que hacer sacrificios en favor del resto de compañeros, no he recuperado ninguno de los textos que allí hice y que más me gustaban, por cierto. Como en la recopilación que estoy haciendo de todos mis escritos, me pongo manos a la obra con aquellos dedicados a la televisión, empezando por una entrada que escribí en ¡Vaya Tele! hace tiempo, y que viene al pelo, no sólo para sacar a relucir la nueva promoción de ‘True Blood‘, sino para ratificarme en lo que allí defendía, más tras la rectificación de Espoiler con respecto a esta serie y su mala crítica tras ver el pre-air. En concreto con esto:

(…) Por eso me extraña la entrada de Espoiler sobre sus expectativas para el 2008 (aunque reconozco que acierta más que falla en sus recomendaciones), valorando algunas series de las que ya ha visto varios episodios con aquellas en la que sólo ha visto el episodio piloto. Pensado fríamente, no es sostenible, porque al menos las que suspende necesitaría llegar a darles al menos tres capítulos para sacar conclusiones, como ha hecho con las que sí le han gustado. O en caso, contrario, valorar sólo el primer episodio de cada una de las series, para estar en igualdad de condiciones. Y en ese círculo, volveríamos al origen de esta entrada.

Todo necesita un tiempo de reposo, y más con las series, como el cine, lo bueno acaba sobreviviendo. También, estas palabras sirven como recordatorio para indicar que escribiré, en este diario que toca tantos temas, sobre televisión. Principalmente para no perder la forma.

El título de la entrada a la que me refiero, La esclavitud del episodio piloto, y el texto con más de un año de vida decía lo siguiente:

Hablaba con un amigo que trabaja en la televisión, sobre cómo hacían ellos para comprar las series extranjeras que luego programaban, y por qué, si habían apostado por ellas comprando la emisión de las primeras temporadas, luego maltrataban de manera tan cruel su emisión en su canal.

La conclusión que saqué al escuchar su respuesta, es que viven bajo la esclavitud del episodio piloto, que es la misma que tienen las productores que intentan vender sus proyectos de series a las cadenas americanas que pueden llegar a emitirlas. Es decir, todos viajan a Las Vegas o Los Angeles, al mercado televisivo que allí se monta, y van viendo uno a uno todos los episodios pilotos de las series que pueden llegar a ser de interés al público español. Y mi pregunta va en el siguiente sentido: ¿cómo saben ellos, con sólo ver el episodio piloto, cuál va a ser la calidad de la serie, y la respuesta que su público objetivo va a tener sobre la misma?… (continuación en ¡Vaya Tele!).