La SGAE y un juez atentan contra la constitución

Resulta que si eres un medio escrito importante y haces referencia a la caradura (en realidad es robar, y los que roban son ladrones), de una sociedad que se encarga de gestionar para su propio beneficio unos derechos anticuados, no eres franco de las críticas, ni se osa llevar a juicio al susodicho. Si eres un blogger y quieres incitar a que escriban tu punto de vista, no el del medio, para evitar que hablen mal de tí, mejor silenciar al mismo o a todos los que, pobre de ellos, osen no hacerlo.

Comento esto a propósito del fallo de la sentencia en el juicio que la SGAE tiene con Julio Alonso, y en donde el juez ha dispuesto que la libertad de expresión, dependiendo con quien, se convierte en un atentado al honor. ¿Qué pensar? Pues que hasta que no me digan qué hacen con los ingresos de los derechos de autor que recaudan, o no los dicen públicamente, y además, los mismos, no son entregados a sus legítimos herederos, sino que se quedan en sus arcas, para mí es robar, ya que el diccionario define esta acción como «tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea«. Y como decía antes, quien roba es un ladrón, hasta que no se demuestre lo contrario. ¿Lo hacen? Muy probable. Entonces, ¿quién difama? ¿El que dice la verdad?

Insultan mi inteligencia, el demandante, el juez y el organismo que respalda la decisión del juez.

[Más información El País]

¿Qué hace la SGAE con su dinero?

Cuando junto a los periódicos hacen las promociones por las cuales lanzan una serie de películas, siempre me pregunté cuánto dinero le tenían que pagar a la SGAE las editoras por usar esos derechos de autor. La cuestión es que con el tiempo supe que casi nada, dado que la mayoría de las mismas estaban en dominio público. Es decir, uno se las puede descargar de Internet sin tener que dar cuentas a la SGAE, porque no está cometiendo delito, como es el caso de ‘Charada’, gran obra de Stanley Donen (entendéis que sea una de las películas que más se ponen a la venta junto a los periódicos). Se pueden aprovechar los periódicos sacando benifico de una obra de dominio público, pero el usuario / no pirata, no puede.

Imagino que de ahí no sacará dinero la SGAE, porque esos derechos no los gestiona, aunque a estas empresas se los saque por otro lado. Pero qué pasa con los derechos de películas que habiendo pasado el tiempo de duración del copyright, no está en dominio público, porque los herederos renovaron en tiempo los mismos. Perviven, entiendo, pero si están muertos, donde va ese dinero que recauda la SGAE por unos derechos que se quedan en su bolsillo y que no entrega a quien corresponde. ¿Si es una entidad privada por qué no se la audita? ¿Por qué no hay alguien que explique donde y a quien entregan el dinero? ¿Lo hacen a los herederos? ¿Lo hacen a las entidades públicas que cuidan el material heredado de su autor? ¿Por qué la SGAE no apoya a la Filmoteca Nacional, para que la historia de nuestro cine, por poner un ejemplo, y del que siguen cobrando para su causa dinero, no vaya poco a poco cayendo en el olvido? ¿Qué hacen con el dinero que recaudan?

Mejor os dejo con este vídeo de Carlos Pumares que lo explica con más gracia, con un ejemplo soberbio con el afán recaudotorio de las multas en autopistas de peaje, y el hecho de que con el canon, nos cobran dos veces por ver la misma película.