[Otra de las pasiones que me mueve a escribir es el deporte. De nuevo mi ego me hace afirmar que me considero una de las personas que más sabe de deportes en general, aunque no ejerza. Así que mato el gusanillo escribiendo de fútbol, no lo que a mí me gustaría ser capaz de escribir, pero sacando a veces algún lance de verónica que merece ser destacado. El texto que viene a continuación, fue preparado en Valladolid, en el intervalo previo a bajar a comer en la concentración del Real Madrid, y bajo el agobio del tiempo que se me echaba encima. No me gustó mucho como quedó, pero al final gana con la relectura y parece que terminó gustando. La cabeza que le juega a uno de vez en cuando una mala pasada… Y que me debe obligar a darle más carrete a artículos propios sobre el deporte, que para eso me he tirado de mala manera a la piscina.]
No voy a remar con el viento a favor. Mi punto de vista sobre este Real Madrid ha sido siempre el mismo, incluso cuando se ganaban partidos y mis “fieles” me lo echaban en cara. Así que no voy a aburrir más con las intrigas de una crisis en la entidad blanca. El martes, en vez de escuchar la radio para ver que sucedía con el partido de Copa frente al Real Unión, decidí desconectar y ponerme delante de la televisión a disfrutar de algo llamado Arsenal y de sus jóvenes talentos. Hoy se que no me equivoqué, y como comenta Planeta Axel, quedé impresionado por el talento de un equipo con alma y dos chavales de 16 años.
En España, por esa ley no escrita de rotar a los jugadores, se suele dar descanso a algunos a los titulares en la Copa, pensando en que estos aprovecharán la oportunidad para ganarse un puesto importante dentro del equipo. Nada más lejos de la realidad, los que juegan saben que su rol es secundario y que poco o nada van a ganar haciendo un buen partido. Wenger ve a la Carling Cup de otra manera: foguear a sus jóvenes talentos. Mientras el Real Madrid era incapaz de eliminar a un equipo de segunda B, las jóvenes estrellas del Arsenal le pasaban por encima a todo un equipo de Premier como el Wigan, respetando el estilo de juego de los supuestos titulares… (continuación en Notas de Fútbol).