Buster Keaton y los cortometrajes que inspiraron a Pixar en ‘Wall-E’

Entender la parte muda de Wall-E, no sólo implica pensar en Charlot, supone también pensar en el slapstick y en Buster Keaton, sobre todo por la enorme variedad de gags visuales de esta leyenda del cine que sirvieron de inspiración para los animadores. Resulta que es más conocido por sus largometrajes, y sin embargo, la gente de Pixar se fijó en las obras menos conocidas por el gran público para inspirarse. ¿Y cuáles fueron éstas? Sus 19 cortos de la época muda (que dejándome llevar son una pasada).

Cuentan la siguiente anécdota de ‘Buster’ Keaton, que explica perfectamente su espíritu. En una visita que realizó a Cuba en 1932 se iba a hospedar en el Hotel Nacional, y según contaba el botones que le acompañó a la habitación, cuando abrió la puerta, Keaton siguió andando hasta la ventana, la cruzó y desapareció por ella. El susto del botones fue tan grande, que soltó las maletas y salió disparado hacia allí para encontrarse de sopetón al cómico agarrado del alero de la ventana con una mano (se comenta que por aquella época estaba pasando por un divorcio, y sus reacciones eran de lo más imprevisibles). Así eran las especiales bromas del genio, regalos envenenados dirigidos a un único espectador, si eran capaces de disfrutarlas… (continuación en blogdecine).

Un repaso histórico y en imágenes a los orígenes del cine de animación

A propósito de la entrada en la que hablábamos del primer centenario del cine de animación, un lector (gracias El perejil) indicaba en un comentario que el corto de Emile Cohl, ‘Fantasmagorie‘, no se le debería considerar el primer cortometraje de animación de la historia, aunque se tome su fecha de estreno, 17 de agosto de 1908, como el pistoletazo de salida para el género animado dentro del mundo del cine, y a Emile Cohl como uno de los precursores de la historia de la animación. En ese comentario, se indicaba, con acierto, que el primer corto animado que se realizó fue ‘Humorous Phases of Funny Faces‘ (descontando experimentos anteriores en otros sistemas de imagen en movimiento), de J. Stuart Blackton, y con fecha de 1906. Como ‘Fantasmagorie’, ‘Humorous Phases of Funny Faces’ empleaba la animación con tiza, pero sin usar negativos ni impresos en papel en blanco, todo dibujado directamente sobre una pizarra.

Retengamos este nombre, J. Stuart Blackton, como el precursor de todos los animadores que siguieron sus pasos. Si vamos a los experimentos anteriores que indicaba nuestro comentarista, se puede afirmar que este cineasta británico fue el creador del primer film animado de la historia, mucho antes que incluso lo que terminaríamos conociendo como dibujos animados… (continuación en blogdecine).

Charles Chaplin y sus cortometrajes más famosos

No voy a negar que siento una admiración especial por Charles Chaplin, y que ahora que Internet lo permite, es necesario conocer toda su obra. Aquí traigo la primera de las entradas que he dedicado a sus cortometrajes en blogdecine. Más adelante traeré el resto, que caerán en pequeñas dosis, así como todas las que escriba allí sobre este GENIO del cine (con permiso de Dios Billy Wilder). Creo que también deben tener su referencia aquí. La entrada en cuestión es la siguiente:

Charlot, Chaplin en imágenes, sus grandes cortometrajes y Wall-E

Para los pocos que aún no lo sepan, la muestra ‘Chaplin en imágenes’ estará en la sede de CaixaForum de Madrid hasta el 19 de octubre de este año. La exposición hace un repaso a su obra. En concreto, reúne alrededor de 250 documentos entre álbumes, recortes y fotografías, e incluso se pueden visionar algunos divertidos extractos de películas, junto a series de fotos y material inédito de uno de los mayores genios del 7º arte.

Esta introducción sirve para refrescar la memoria sobre la figura de Charles Chaplin y sobre el personaje que inmortalizó, Charlot, que es un nombre que sólo se utiliza en español, en francés y en italiano (por ejemplo, en Brasil le llaman Carlitos). En realidad, el personaje de Charlot no tenía nombre, era simplemente un vagabundo, o “The tramp”, como así aparece reconocido en todos los créditos de sus obras. Quizás esa sea su grandeza, la de un desconocido sin nombre. Chaplin se inventó un personaje tanto en sus ideales, como en sus gestos, sus pensamientos, y su manera de vestir. Quería algo diferente a lo que veía en la realidad en el día a día, buscar la forma de poner los pies en el suelo en el denominado sueño americano. Su particular crítica social. Así, definió un hombre con las maneras refinadas y la dignidad de un caballero, emotivo, sentimental, melancólico frente a la injusticia de la sociedad moderna. Además, le quiso hacer caminar de una manera inconfundible y reconocible… (continuación en blogdecine).