Esto no es fútbol: El reconocimiento al Informe Robinson

Tiene que pasar. Es normal que entre tanta incoherencia que se premia en los premios Ondas, el jurado encuentre la luz de alguna manera, y atine con un ganador que sí se puede reconocer como tal. Un ejemplo de lo que comento son los galardonados este año. Excluyendo los premios para la radio, los de televisión son, tan de expediente X, que uno se congratula que al Informe Robinson le hayan reconocido su osadía para traernos el mundo del deporte (no sólo fútbol y temas mediáticos) a la palestra y con calidad. Premian a Informe Robinson como mejor programa de actualidad, cosa que habría que matizar, aunque a mi me da igual, pese a que no creo que ese sea su lugar. Por una vez en el mundo del deporte, se reconoce la calidad por encima de la cantidad. Y ese es un paso importante para aquellos que pensamos que en este país la información deportiva debe ser realizada de otro modo. La información no implica populismo, tiene que ser algo más, y eso, por ejemplo, nos lo da Informe Robinson.

El programa lo descubrí gracias a Internet, al día que Fútbol arte recomendó ver el tributo sentido que le dedicaron al Liverpool y a lo que significaba para las grandes leyendas de este club, Dalglish o Souness, vestir esos colores. Aprovecharon la visita a Fernando Torres. Fue la excusa, porque Robinson le regaló una clase magistral, con gente a la que nunca había visto jugar, para entender y escuchar lo que los aficionados contaban de ellos.

Los deportistas, algo que solemos olvidar con frecuencia, son personas, que viven y sienten algo más que el deporte y la competición. Esa lado menos conocido, pero infinitamente más interesante, es lo que en cada programa nos acercan… (continuación en sportyou).

El hormiguero e invitados, la promoción no entra en la ecuación

[Con el planteamiento que propone La chica de la tele sobre las preguntas que realizan ciertos programas de televisión, y en concreto El hormiguero, quiero recuperar esta reflexión que planteé en ¡Vaya Tele! sobre el mismo programa, que veo no ha perdido vigencia.]

La televisión tiene que jugar con la promoción que cualquier artista quiera realizar de su obra. Unos y otros se necesitan, más el artista que el programa de televisión, y esto encierra una incongruencia. La cuestión es el panorama que se encuentra el responsable de comunicación de un artista para llevar a éste a un programa de entrevistas en el que dar a conocer su película, serie, disco o libro. Si mira la parrilla televisiva se encuentra que no tiene que darle muchas vueltas a la cabeza para decidir dónde ir, y si es extranjero, piensa con razón, que lo mejor es convocar a la prensa, realizar una rueda, un evento con público y ellos ya se encargarán de difundir el mensaje. Claro que la televisión sigue teniendo su tirón, o eso se piensa.

Volvamos a ese responsable de comunicación que decide tener en cuenta a la pequeña pantalla para la promoción. Si nos fijamos en los programas de entrevistas, las opciones se reducen a dos: El hormiguero y Buenafuente. Y pienso que en ambos casos es más por la difusión que alcanzan por Internet – YouTube, que por la gente que se pega al televisor a verlos. De Buenafuente, a su manera, puedes obtener una cierta repercusión, porque hablarán de la película o el disco, sacarán algún corte de la película o cantarán una cancion en directo en el plató. Es decir, entran al programa, pero no son decorado. Ahí depende la gracia de Buenafuente hacia donde quiera llevar la entrevista… (continuación en ¡Vaya Tele!)