Darwin y la teoría de la evolución de Internet para las empresas

Los postulados sobre los que se sustenta la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin nos demostraba el éxito reproductivo entre los individuos de una población con características o rasgos diferentes y heredables, en función del clima y los recursos de cada lugar. Cuando desarrolló su teoría, Darwin tomó como punto de partida que había que dejar hacer a la naturaleza, ésta sería la encargada de realizar el lento proceso de la selección natural. No hacía referencia a que los más fuertes, en el sentido estricto de esta palabra, serían los que sobrevivirían, sino que el éxito reproductivo sería para aquellos que supiesen adaptarse mejor al entorno y a los cambios ambientales (falta de recursos, cambios geológicos, llegada de nuevas especies…). Esos serían de verdad los más fuertes, y los que evolucionarían.

En realidad, Darwin y su teoría fueron un adelanto a lo que Internet ha llegado a suponer para las empresas. Tomando su descubrimiento como ejemplo, la selección natural la realiza cada día el usuario (futuro cliente) que busca información en el vasto lugar que es la Web. Él es el clima y el que obliga a que las especies (empresas) varíen en sus tácticas y busquen la forma de no desaparecer frente a las otras especies que sí han sabido adaptarse al entorno. Sobrevivir incluso en ambientes desconocidos. Así, el mundo online ha supuesto un empujón y un escaparate en nuevas tierras al que las empresas difícilmente podrían haber alcanzado con las herramientas de las que disponían antes. Ahora pueden comercializar sus productos, darse a conocer y aumentar las ventas en sus negocios, a un coste sorprendente para el presupuesto comercial que se termina manejando en el mundo real.

Adaptando los postulados que definió Darwin al mundo empresarial, junto con la nueva variable que supone Internet, los mismos quedarían definidos de la siguiente forma:

  • Las empresas no son estáticas sino que cambian continuamente, y más en Internet, unas se originan y otros se extinguen, unas tienen página web y otras no.
  • El conocimiento de Internet y el proceso de evolución es gradual, lento y continuo, sin cambios súbitos. No es tener una web y ya está, hay muchas más variables indispensables a tener en cuenta, y que el desconocimiento en la materia no permite ver.
  • Todas las empresas que aún no han desaparecido bajo las toneladas de información que ofrece Internet, pueden remontarse a un origen único de la vida, cercano en el tiempo, unos 15 años, pero la prehistoria en tiempo Internet, por el ritmo al que se van lanzando las novedades y van sucediendo los acontecimientos.
  • La selección natural se explica en dos fases: La primera, la generación de modificaciones espontáneas en las Webs de las empresas, es decir, una vez aceptada la evolución, los cambios son naturales y dejan de ser traumáticos, cuesta dar el primer paso; la segunda, la selección a través de la supervivencia, lo que implica que las empresas que ya han nacido con modificaciones espontáneas favorables para hacer frente a Internet, van a tener más posibilidades de sobrevivir, de reproducirse y de dejar descendencia…, de evolucionar.

Mientras en la época de Darwin las especies tenían que valerse por si mismas para sobrevivir, hoy en día, las empresas, si no controlan el nuevo mundo que les abre Internet, tienen la ayuda de aquellos que conocen lo que es mejor para su evolución. El camino es más sencillo y sin tantas complicaciones, aunque no se entiendan por parte del empresario muchos de los pasos que se necesitan dar. El problema, en realidad, es no estar. Y si uno no aparece en Internet, en la mente del cliente, tal y como se maneja la información hoy en día, es prácticamente como si no existieses. En el pensamiento Darwiniano adaptado, la desaparición de la especie (empresa).

Una web para navegar en tiempos de crisis

[Nota: A partir de ahora, y de manera puntual, colaboraré con algunos artículos en el blog que recientemente ha lanzado Domestika, empresa española líder de servicios de diseño web y marketing online para la empresa. El texto que aparece a continuación fue el primero en aparecer en su blog.]

Lo importante es la capacidad que tengamos de conectar con el consumidor
, vendría a ser la regla de oro. Sin Internet, el cliente no encontraba la manera de tener el poder, ni sabía qué quería y ni cuándo lo quería. Ahora todo esto ha cambiado. La ventana al mundo que supone para una empresa tener una página web, implica estar en la cabeza de un consumidor que de otra forma ni nos tendría en cuenta. Y el camino no sólo se debe hacer bien, por las conclusiones que pueda sacar el cliente al visitarnos, sino que tiene su justificación, por las nuevas generaciones y por los momentos que nos tocan vivir ahora.

Según el Estudio General de Medios (EGM) más de 11,4 millones de personas en España se conectan a Internet todos los días, lo que supone un 28% de cobertura sobre el total de la población. En targets comerciales (individuos de entre 14 y 35 años), las coberturas que proporciona el medio están por encima del 60%. Es decir, existe una brecha digital entre generaciones, con el agravante que esos jóvenes de hoy serán los consumidores del mañana, conviene no olvidarlo. ¿Y qué pasa con la crisis?

La teoría económica recomienda, que en tiempos de crisis, no se reduzca el presupuesto de marketing. El silencio que esa reducción conlleva, será aprovechado por los competidores, robando en primer lugar, notoriedad, y en segundo lugar, una cuota de mercado que luego siempre cuesta recuperar. El problema viene luego en la práctica, cuando las empresas como primera medida para hacer frente a las dificultades a las que se ven sometidas, optan por reducir costes de comunicación. Es cierto que no se puede vender sin hacer llegar al público el mensaje comercial, los recortes en los presupuestos de marketing vienen motivados por las bajadas en ventas que trae la crisis, pero la duda no es si cuando remita las crisis, las inversiones en marketing se recuperarán, al contrario, ¿por qué esperar y no aprovechar las otras opciones disponibles que existen?

En este sentido conviene estar vivos y comprender que el tener una Web implica en sí mismo hacer una estrategia de comunicación a la que no le afecta el descenso en las ventas. No toda comunicación debe llevar implícito aparecer en televisión, este tipo de publicidad no siempre es buena, en especial por el precio, y más cuando exiten otras fórmulas menos costosas con las que hacerle frente.

Una Web siempre está presente, y bien gestionada permite seguir compitiendo en el mercado. A continuación, se trata de tener un catálogo básico de tus productos en la Red, posicionarse rápidamente y tener un enfoque: que la marca represente algo a los clientes potenciales, siendo la primera imagen que tengan en su mente. Que la perciben, pese a la crisis, por encima de otras opciones. No ha desaparecido y está construyendo marca en Internet, porque tiene una Web a la que nos dirigen los buscadores cuando se consulta su existencia. Las empresas, con sus marcas y productos, y los responsables de marketing y comunicación necesitan adaptarse al nuevo mundo.

La inversión en una web proporciona un beneficio a medio plazo, que en ocasiones, como muchos de los clientes de Domestika pueden testimoniar, proporciona beneficios en el corto plazo. No es cuestión de confianza y ser creyentes, es estar hoy en la mente del consumidor del mañana. Y los datos, crisis mediante, dicen que el consumidor está en Internet buscando la Web de tu empresa.