Una vez que una empresa llega a alcanzar tanto poder, es objeto de ataques «a traición» de sus enemigos. Uno pensaba que por estar en el mundo online, estaría fuera de lo que se denomina «reglas de la competencia». Es decir, que si Google compra Doubleclick, al ser mundo online, no tendría porque haber problemas para que la Federal Trade Comission investigara si la adquisión suponía posición dominante o habría problemas por implicaciones con la competencia.
Iluso de mí, ni offline, ni online. Google y DoubleClick están siendo investigadas. Y en el ojo del huracán, el resto de las recientes adquisiciones realizadas. Y todo por el buen funcionamiento del mercado. Y mi pregunta es, ¿qué hubiera pasado si es otro el comprador? Lo dicho, alcanzar tanto poder es lo que tiene.