La piratería no es sólo el problema de la experiencia de ir al cine

La ministra Sinde cree que el paulatino descenso en el número de espectadores que van a las salas de cine en España se debe a la piratería. Incluso tiene la convicción que las descargas en Internet son la causa y efecto de esa tendencia negativa, y lo que es peor, que afectan en alto grado a que el cine español sea poco visto. Aquí, antes de entrar a repasar el resto de los problemas que tienen que ver mucho más que la manida piratería, me hago una par de preguntas: ¿qué pasaría si las películas que no son rodadas en español se viesen en su idioma?, ¿se verían las películas españolas beneficiadas en la asistencia a las salas donde se proyectasen? Pues eso.

Volviendo a la razón de ser de esta entrada, encuentro un estudio realizado en siete ciudades americanas y tres europeas a cargo de PA Consulting y la Motion Picture Association of America, donde se indica que el descenso global en la asistencia al cine no sólo es consecuencia del resultado de un contenido pobre, sino que es una combinación donde la experiencia de ir al cine se ha vuelto no satisfactoria, y que además, se ha incremento la competencia entre las opciones de ocio que escoge el consumidor para compartir su tiempo y su dinero.

Por tanto, conviene fijarse en lo que supone de verdad a día de hoy la experiencia de ir al cine, porque es ahí donde encontraremos enumeradas las 10 razones que están causando la muerte del cine, historias y marketing de las películas a un lado. Una evidencia, la piratería ocupa el último lugar de la lista. ¿Y las otras nueve?… (continuación en blogdecine).

Diccionario de términos para descargar archivos

Para los que quieren usar los medios alternativos para seguir las series que más les gustan y las películas que no llegan a sus ciudades porque el distribuidor de turno no lo ve economicamente viable, un diccionario de términos para piratas, necesario para conocer qué archivos y de qué calidad nos estamos descargando. También, pero ya para los más atrevidos, el laberinto de las descargas directas.

Enlaces imprescindibles.

Reflexiones sobre la piratería

Daniel Sánchez Arévalo responde con su ‘Buenos días’, el revuelo montado con el arrebato de su anterior artículo. Aquí no sé si es por lo que se ha levantado en Internet al respecto, o si fue porque le llegó la respuesta de un lector enfadado con su artículo. Su opinión en el nuevo artículo iba dirigida contra los que se han sentido ofendidos por sus palabras, comparando situaciones de la vida normal con la vida digital, como si comparas peras con manzanas, cuando son cosas diferentes. No es lo mismo robar que copiar. Me quedo con su último párrafo.

«Tenía siete años, estaba en Almería, íbamos a un cine de verano a ver Las doce pruebas de Astérix. Antes de entrar robé en un supermercado una Pantera Rosa. Me la comí a escondidas en mitad de la película. Me supo a gloria. Nació un chorizo dentro de mí. Sé que es mejor no hacer ciertas cosas, pero si se hacen es mejor asumirlas, incluso disfrutarlas, nunca justificarse. Papá, soy un chorizo, pero te quiero mucho por llevarme tanto al cine (pagando). Quiero pedir disculpas a los que se han sentido ofendidos por llamarles ladrones, gilipollas, incultos y paletos. Rectifico, sólo quería llamarles ladrones. Hala, ya está, cada uno a seguir con lo suyo.»

Mirando el RAE y consultando las definiciones de una serie de palabras… (más información en blogdecine.com)

El dilema del prisionero explicado en ‘El Caballero Oscuro’

Vamos a hablar de una de las escenas más importantes de la película de Batman (en blogdecine han hecho un buen seguimiento de El caballero oscuro), y habiendo dejado un tiempo prudencial a propósito para que la gente no se topase con un enorme spoiler, no puedo remediar hacer referencia a ella porque explican perfectamente qué es el dilema del prisionero y en qué consiste su solución. En la película, El Joker propone la siguiente idea macabra para sembrar el caos en la ciudad: dos ferrys están llenos de explosivos, en uno viajan personas normales de la ciudad de Gotham huyendo del desorden que ha creado el criminal de la sonrisa eterna, y en el otro criminales y presos trasladados de la prisión en la que estaban para evitar una posible fuga.

El juego que les propone El Joker, para demostrar que en cada ser humano hay un ser malvado, es que dentro de los barcos deja el detonador, pero del otro barco, dando la opción a la gente que está dentro de cada ferry de salvarse si aprietan el detonador y hacen explotar el barco donde no están ellos. Para complicar más el juego, les da un límite de tiempo de 30 minutos, pasado el cual, él explotaría ambos ferrys si no explota uno antes… (más información en el blog salmón)

La gente del cine español no conoce el dilema del prisionero

La tabla que podéis ver sobre estas líneas corresponde a la demostración gráfica de lo que es el dilema del prisionero. Vendría a ser la estrategia a seguir por parte de dos prisioneros que han sido arrestados para obtener un mejor trato de la policía bajo unas premisas. Como los presos están separados e incomunicados deben decidir qué hacer pensando en lo que vaya a hacer el otro. Y en el cuadro están las opciones que cada uno podría escoger. Vistas las mismas, lo normal es que el sentido común te haga enfrentarte a tu colega y delatarle ya que el trato de la policía es el mejor. ¿Y si los dos hacen lo mismo? Resulta que el resultado mejor es el peor posible. ¿Qué hacer entonces? No delatar al otro prisionero ya que al menos así se obtendrá el mal menor minimizando el castigo. Es decir, optar por la opción que a primera vista no parece la mejor. ¿Os va sonando?

En este punto, os preguntaréis, ¿a qué viene todo esto? ¿Por qué en un blog de cine me pongo a hablar de una teoría económica y del dilema del prisionero? Porque volviendo al artículo que escribió Daniel Sánchez Arévalo, me da que nadie ha explicado a la gente del cine español este dilema, y que sus opiniones, como tantas otras, de echar las culpas a las descargas de Internet y no ver la solución real, tienen su explicación en el citado dilema y en el equilibrio de Nash… (más en blogdecine)