Esto no es fútbol: Las 10.000 horas

Ese otro deporte no tan mediático también existe. Este fin de semana no sólo se jugaba la Copa Davis en España, también se estaba disputando el Campeonato de Europa de Atletismo en pista cubierta de Turín. Si unimos Europa y pista cubierta, a España le salían cuentas de posibles medallas, que al final es lo que atrae a quien no le gusta de verdad el deporte.

Pese a esa posibilidad de triunfos en perspectiva, al atletismo español le falta un Nadal que tire del carro. Una figura que atraiga audiencias como en Barcelona 92. Existe otro problema añadido: en España es imposible llenar un estadio, o pabellón si hablamos de pista cubierta, cuando se trata de una competición de atletismo. Uno ve por Eurosport o Canal + las cosas que se organizan en Europa central y siente envidia de los recintos llenos, del público aplaudiendo y animando. Lo mismo es cuestión del frío externo y del hecho de poder pasar calor viendo a gente correr y ejercitarse. Entiendo que es más cosa de cultura deportiva, con un fútbol que no llena y nubla las ilusiones de todos los niños. Sin embargo, ambos deportes, tenis y atletismo, van unidos por la teoría de las 10.000 horas, con la variable del dinero que mueve uno y otro deporte. Aunque, si eres una estrella en ambos deportes, ese matiz desaparece.

Las 10.000 horas significan el tiempo necesario de entrenamiento, o la experiencia acumulada en una actividad determinada, que una persona necesita para lograr destacar en algo. En este caso sería la base de entrenamiento, durante sus años jóvenes, de un deportista de élite para llegar a ésta. Pensemos por qué El Gerruj, Coe, Fermín Cacho, Bubka, Gebresalassie, Isinvayeba, Bekele, Nadal, Messi, Bolt o Phelps son tan grandes… (continuación en Sportyou).

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