Desde el punto de vista de la innovación, tan importante es aprender de los fracasos y errores, como también es importante recordar que sin una gran ejecución, la idea, por mi buena que sea, es imposible que vaya a buen puerto. Muy a menudo, se obvia esto último, y, además, no se tiene la sabiduría de reconocer cómo y cuándo nos hemos equivocado. Quizá esto sea más problema de la cultura española, poco dada a reconocer sus fracasos. Quizá por eso, haya tan poca cultura emprendedora en España. Aquí los USA son muy diferentes.