Hoy me he enterado de esta noticia: Los estancos españoles gestionarán envíos de dinero al exterior a través de Western Union, y la verdad me ha sorprendido. No porque lo vea como algo nuevo, sino por el tiempo que se ha tardado en llevar a cabo. Yo lo tengo muy claro, y fue algo que se propuso varias veces como puntos de venta donde desarrollar los productos de mi antigua empresa. Y todo respondía a una simple pregunta: ¿A qué sitios suelen ir a comprar los españoles o dónde estamos seguros que a lo largo del día vamos a visitar? La respuesta salta a la vista: estancos, gasolineras, quioscos de prensa, supermercados y los cajeros automáticos (en el futuro los ciber). Si tu producto es electrónico, es fácil estar en estos puntos de venta. ¿Es innovadora Western Union? ¿Fuimos innovadores nosotros? No, simplemente conocíamos las posibilidades y estabámos informados. De todos aquellos que estábamos en esas reuniones, no queda nadie en la empresa. Y mi pregunta es, ¿por qué? La fatalidad de los innovadores. Por cierto, la empresa pertenece también a First Data, multinacional de los medios de pago, como Western Union, el mayor franquiciador mundial, aunque ellos prefieren llamar a sus miembros agentes, y ésta, a diferencia de mi antigua empresa, es una máquina de hacer dinero. Será por algo.
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