Jeremy Wright, como indica Denken Über, ha sido el primero que se ha atrevido y que ha vendido su blog, ensight. Con este simple hecho, ya se ha hecho famoso. 15.000 dólares tienen la culpa. Pero la historia tiene su miga. Todo empezó cuando Jeremy Wright anunciaba que ponía en venta su blog, comentando que tenía que dar este paso para poder seguir escribiendo. A partir de ahí empezaron los comentarios al respecto, como el realizado por accidental verbosity, que no consideraba relevante, respecto a este artículo en yahoo, que se hacía eco de las posibilidades de que algunos bloggers decidiesen vender sus blogs. Sin embargo, en business pundit valoraban la posibilidad de realizar la venta si se cumplía una condición «…if a business magazine (or a bank) will loan me the money for my next venture, I’ll put their ad on this site and I’ll blog all about the experience, even the gory details. Otherwise I’ll probably keep this site free and clear of anything except my own opinions», que ciertamente es lo que una gran mayoría de la red piensa. Y aquí nos topamos con lo que ha hecho fuerte al fenómeno blog, y que puede ser el causante de una interesante discusión «…I believe the greatest power of the blog is not just its ability to distribute alternative information – a great power, indeed – but its power to demonstrate a mode of engagement that is not based on the profit principle.» Entonces, ¿qué hacer? La oferta era tendadora, como bien indica Denker Über, y en yahoo se comenta que el objetivo de muchos de los bloggers es hacerse notar para que luego un medio importante se fije en ellos y les contrate o les compren su bitácora, o que alguien junte en un único medio las opinones de varios bloggers, cuyos diarios haya comprado. Pero ¿qué pasa con el fenómeno? En mi opinión seguirá vigente y libre. Si bien, lo cierto es que puede que estemos ante la aparición de un nuevo actor, ‘el blogpreneur’. El mercado está pidiendo paso, y sus autores están siendo demandados.