Considerando al sector financiero como uno de los más innovadores, es el de los medios de pago quien seguramente dentro de este sector lleva la parte más innovadora tecnológicamente, y, en España, donde más tienen que crecer bancos como cajas (por ejemplo, la conversión dinámica de monedas, ahora que se aproxima la celebración de la Copa Ámerica de vela en Valencia), y eso, a pesar de que tenemos uno de los mejores sistemas financieros.
Los pagos electrónicos, que es lo que son los medios de pago, no son más que la transferencia electrónica de información (tarjeta, TPV, banco), que es lo que más pueden valorar las entidades financieras.
Pues bien, no me choca ver que en el Expansión 29/05/04 aparezca la siguiente noticia: «Los comerciantes denuncian nuevos ‘abusos’ de los bancos», pero sí lo que se comenta. El artículo informa que estas denuncias vienen motivadas porque las entidades financieras comienzan a cobrar con hasta 200 euros a los comercios por facilitar un terminal de pago con tarjeta. La Asociación Nacional de Centrales de Compras y Servicios (Anceco) se queja de que esta situación se está produciendo no sólo en las nuevas altas sino también con los antiguos contratos, y que las entidades exoneran del pago del alquiler a aquellos establecimientos con fuertes volúmenes de venta.
De acuerdo con la información. Sin embargo, lo que no comentan es que España es el único país que nunca ha cobrado por poner un TPV (Terminal Punto de Venta) en los estableciemientos, con el coste que tiene el terminal para la entidad financiera. Y tampoco comentan que los grandes establecimientos realizan fuertes inversiones en terminales o cajas con sus correspondientes desarrollos en TEF (Transferencias Electrónicas de Fondos), como vende SIPEC, para conseguir ahorrar el mayor volumen de dinero que puedan por el menor cobro que les hagan por comisiones de pagos con tarjeta. Pero claro, si es gratis mejor que mejor.
También, en el citado artículo, se denuncia la proliferación de las tarjetas de crédito revolving, que «aplazan en diez días el pago de las cantidades dispuestas, en vez de los 30 días habituales». Esto es falso. Lo que hacen es aplazarte el pago al tiempo que el titular de la tarjeta considero más idóneo a sus intereses, pero simepre más allá de los 30 días habituales de las tarjetas de crédito, y además por la cantidad que hayas decidido pagar en cada momento. Es decir, te financian más tu dinero, por un precio, que es tener que pagar un interés, elevado es cierto, pero por el que no te piden ningún tipo de justificación, ya que puedes pagar a crédito sin necesidad de avalar nada. Hay gente que las pide, y fuera de España, como en Inglaterra y USA, las ven con mucha utilidad. Sí, ya se sabe, Spain is different.
Según Laura López de Anceco, también en el mismo artículo, y referente a las tarjetas revolving, «los consumidores creen erróneamente que usan tarjetas de débito, pero en realidad lo que hacen es pagar con tarjetas de crédito y por tanto se convierten en cómplices, sin saberlo, del mantenimiento de las comisiones abusivas que se cobran al comerciante». Vaya, ahora resulta que los consumidores somos tan tontos como para no saber como pagamos. Pero claro, ella sabe que no le interesa que se pague con tarjetas de crédito ya que desde el 1 de junio se bajan las comisiones de los pagos realizados con tarjetas de débito, pago realizado al momento y sin aplazamientos. Y si los bancos deciden devolver un porcentaje de la compra, peor para ellos… aunque gracias a esas promociones estén llevado más gente a mi establecimiento.
En el fondo de todo esto se encuentra la eterna pelea de bajar las comisiones. Siempre están altas… Ok, tu vigila tus intereses que yo vigilaré los míos. Pero me surge una pregunta. ¿Por mucho que se bajen las comisiones, estarán de acuerdo los comercios con los que les cobran?, o, después de la bajada, ¿seguirán los comerciantes considerandolas elevadas? Me están quitando un margen de mis ganancias, será la respuesta del comercio. Sin embargo, resulta que nadie está obligado a poner un TPV en su establecimiento y que si ello se realiza es porque son los propios clientes que van a los establecimientos, quienes lo solicitan porque para ellos es más cómodo pagar con tarjetas. E incluso el comercio no se da cuenta de que esta es una forma, por el momento quizá la única que tiene, de llegar a conocer a sus clientes, que se gastan, cuanto se gastan, porque no compra en mi tienda este producto y sí lo hace en el de la competencia…, llegado el caso fidelizarlos. Claro que si esto no te cuesta dinero mejor, que se busquen las castañas las entidades financieras para financiarse el elevado coste de estos servicios. Hay truco, que pensarán los comerciantes…
Los buenos servicios tienen su peaje, es cierto, pero es necesario para la mejora continua, algo que va en provecho de todos: comercios, bancos y cajas y, por supuesto, los clientes. Esta bien eso de defender tus intereses, si tienes razón, pero conviene no olvidar que tampoco es bueno dejarte cegar por ellos. Al final, en una guerra todos pierden.