Otra visión sobre la Free Culture

Volvemos sobre el problema que causa que las empresas discográficas sigan poniendo trabas al echo de abandonar la persecución de la descarga de música en internet, que nosostros lo hemos visto siempre como un ataque a una de las patas básicas de la innovación en esta sociedad: ‘limitar la libertad para compartir conocimientos’. En este punto Lawrence Lessig recomienda leer el libro de Terence Fisher, Promises to keep, donde partiendo de una anécdota vivida por el autor en una conferencia en Brasil, la mitad de las 700 personas en la sala (entre jueces, abogados y estudiantes de derecho) eran usuarios habituales de Napster, se pregunta el porqué de esa persecución cuando los beneficios sociales de compartir archivos son tan elevados. Incluso, por lo que he leído en la introducción propone varias soluciones (una de ellas se puede descargar), con las que se puede estar de acuerdo o no. Pero hace algo que aún no ha hecho la industria discográfica y audiovisual más allá de perseguir a aquellos que no están haciendo piratería. Y la verdad es que cuesta entender que la industria no vea los ahorros de distribuir por Internet.

Y es que la cuestión de la propiedad intelectual tiene su miga, y sino está este caso que nos cuenta Dave Weinberger sobre alguien que se ha hecho con los derechos de cualquier referencia que se haga respecto a un dios inca. Ver para creer. Te ries con esto último, pero la cosa es seria, y menos mal que algunos luchan para que no se cometan semejantes atropellos.

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