Esto no es fútbol: La liga de Internet

Aunque podríamos llamarla la liga del ocho, por los partidos que retransmitirá cada cadena de televisión del Real Madrid y el FC. Barcelona. Dicho esto, recojo un apunte muy interesante de Genís Roca acerca del hecho de que parece que el fútbol no necesita Internet. Él lo centra en el desinterés con el que las estrellas mediáticas de nuestra liga de fútbol se mueven por las redes sociales. ¿Qué supone esto? Desaprovechar el filón que en realidad es el canal universal llamado Internet. Con una evidencia: están perdiendo el contacto con los que de verdad importan, los aficionados. Todo lo contrario de lo que está ocurriendo en USA, donde muchas grandes estrellas deportivas han reconocido la utilidad y la valía de por ejemplo twitter (Lance Armstong, Shaquille O’Neal o Andy Roddick, que además son muy buenos en el manejo de esta herramienta).

Este ejemplo dado por los jugadores lo traslado al pago por visión de nuestra liga, y a una realidad: la liga 2009/10 será la liga de Internet. Aquella que motivará que muchos espectadores con poca paciencia, por falta de comunicación a cargo de quienes poseen los derechos de retransmisión y a que uno de los canales tiene la cobertura en pañales, recorran y pregunten cuáles son las buenas páginas de Internet donde poder ver los partidos gratis, bien por P2P o bien en streaming (al menos aprendan cómo poder ver fútbol por Internet sin tener que descargar un programa y con sólo abrir el navegador).

¿Por qué digo esto? No es que descubra el oro de Moscú, pero pensemos en lo siguiente. Si queremos seguir por televisión todos los partidos del Real Madrid o del Barcelona, tenemos que ver La Sexta, Canal Plus, y suscribirnos a Canal + Liga y a Gol TV. No es que ver la liga nos cueste 15 euros. Es que ver los partidos de los dos grandes (los únicos que interesan, al contrario de la fórmula de la Premier, donde todos los partidos en per pay view mueven audiencia), en realidad nos cuesta un mínimo de 30 euros, más el estar suscritos a varias plataformas… (continuación en sportyou).

Esto no es fútbol: La censura a los fans en Internet, poniendo puertas al campo

Toda persona con un teléfono móvil con cámara (fotografía y vídeo) y una conexión a Internet, puede, usando herramientas como Twitter, convertirse en un reportero a tener muy en cuenta, si es hábil con lo que tiene entre manos. De hecho en Estados Unidos el fenómeno está alcanzado su mayor cota de popularidad, hasta el punto de que muchas de las fuentes sobre resultados o partidos provienen de los propios fans de los equipos. Yo, que ahora mismo no entiendo la información en Internet sin compartirla a través de Twitter, por seguir con el ejemplo de uso de esta herramienta social, me asombro con las decisiones que adoptan ciertas competiciones y organismos a la hora de poder disponer de su uso. Es decir, la era de la censura y la ley seca vuelven por sus fueros. ¿Cómo se ven ahora términos como la propiedad, el libre uso y el sentido común? Dependiendo de si los mismos apuntan a determinados bolsillos.

Suelo referirme a la ceguera que afecta a los dirigentes que no quieren ver cómo Internet suma en vez de restar en la manera de conocer mejor su deporte, de compartir y de dar juego a los seguidores para conversar. Puedo entender, aunque me cuesta, que quieran hacer efectivos sus derechos, pero delimitar el uso que del mismo hagan los aficionados, que son quienes alimentan su negocio, clama al cielo.

Resulta que la ESPN (la cadena de deporte con mayúsculas en EE.UU.) no permite a sus empleados hacer uso de Twitter sino es para comentar cosas sobre la ESPN. Que hay equipos de fútbol americano que, a través de sus directores deportivos y con el apoyo de los entrenadores, no permiten a sus jugadores tener cuentas en Twitter porque no pueden controlar lo que estos digan o compartan con la prensa o sus fans cuando éstos les preguntan. ¿Recordáis cuando Capello prohibió el uso de los teléfonos móviles en las concentraciones y exigía que estuviesen apagados? ¿Os imagináis a los jugadores de fútbol tuiteando? De hecho, se habla de no romper la concentración de los jugadores, que estos sólo mamen su deporte, y que no se les escape alguna noticia reseñable que no esté controlada por el área de comunicación del equipo (el apunte va más allá, y hace referencia a la poca confianza que ciertos deportistas de fútbol americano tienen entre los que les dirigen, que apunta directamente a la inteligencia de estos y a su bravuconería).

Lo curioso, sin embargo, es que grandes iconos deportivos del deporte americano como Shaquille O’Neal o Lance Armstrong, tienen su propio Twitter, y creen en la herramienta, hasta el punto que les hace la labor de página oficial en Internet. Allí sueltan lo que piensan, aunque a veces tengan que controlar lo que digan por la notoriedad de su persona, conversan con sus fans, dan primicias y se enteran de noticias que les incumben incluso antes de que les llegue la información por los cauces oficiales. Shaq ha sido un ejemplo, que ha provocado que dentro de la NBA, Twitter esté implantando tanto a nivel de jugadores, como equipos NBA, y entrenadores (otra cosa es cuánto lo actualicen).

Pero, regresando a la idea original de esta entrada, ese tabú y prohibición que implica su uso a cargo de los fans, en el fútbol americano universitario, la Southern Conference, ha emitido un comunicado anunciando la prohibición de que sus fans puedan distribuir imágenes y vídeos de sus partidos en tiempo real para uso comercial. Es decir, cumples el derecho de pagar una entrada para poder disfrutar el partido y no puedes tomar imágenes para tu consumo, ya que seguramente algún medio rastreando por Internet haga uso de las mismas para acompañar sus informaciones (todo esto me suena al manido debate de la piratería y el P2P).

Y ahí no acaba la cosa, porque en el fondo, el objetivo final es controlar toda la información que sobre los programas deportivos de las diferentes universidades de esa conferencia se produzcan. ¿Por qué? Al periodista le ponen cara y le pueden controlar, pero al aficionado que tiene la libertad para expresar sus pensamientos en su medio, no, y eso, con la mentalidad del siglo pasado, provoca terror. ¿La verdad oculta en todo esto? El dinero y la ESPN, que ha comprado los derechos de una competición a la que quiere convertir en otra NFL.

La guerra está declarada, sólo cabe esperar cómo se irán revelando los internautas, fans, aficionados… aquellos que son quienes de verdad dan vida a todo deporte que triunfa. Si esto sucede en EE.UU., viajemos a Europa y al fútbol, y preguntémonos cuánto tiempo se tardará en aplicar estas restricciones. Al final pasará, como en cualquier pase de prensa de una película: que deberemos dejar todos nuestros gadgets a buen recaudo en la puerta. Y ahí vendría mi crispación, ¿no se supone que pago por ver un espectáculo y ese derecho me permite hacer lo que quiera? De momento, nos libramos, pero no pondría la mano en el fuego.

[Vía | The New York Times]

[Más información | Sportyou]

Avatar y la exclusividad en Internet

Lo primero que llama la atención del trailer de ‘Avatar‘, la esperada película de James Cameron, más allá de las enormes expectativas (y temores no lo voy a negar), que levanta su visionado, es que el mismo viene sin diálogos, lo cual sirve para no dar pie, a priori, a los que suelen atacar a este director por su poca calidad a la hora de elaborar diálogos, a criticar su trabajo (negando la mayor, lo buen cineasta que es). Dicho esto, aclarar que esta entrada no es sólo para que encontréis otro sitio más donde se hable de ‘Avatar’, la idea va por otro sentido: de exclusividad y parecidos razonables o sospechosos.

Resulta curioso ver a El País comentando que presenta en exclusiva el nuevo trailer de ‘Avatar’, cuando media, mas bien toda la blogosfera, no para de hablar y opinar sobre el trailer, y más sabiendo que el pasado viernes era la fecha prevista para su estreno. Es decir, antes que el medio español plantease su noticia, en muchos sitios ya estaba subido el trailer, y en boca de todos el comentario sobre lo que las imágenes que habían visto les estaba pareciendo, incluso algunos mejorando y aportando imágenes sobre ‘Avatar’.

El error de base de El País es seguir considerando a la Web como un medio no universal, con barreras especiales según la lengua, cuando en realidad, y a base de lo que los lectores van publicando en sus medios, no es cierto. Podrían haber dicho que daban en exclusiva el trailer en español, pero el problema venía cuando este teaser trailer no tiene diálogos, lo que implica que da igual si el sitio donde el mismo se pueda ver es americano o japonés.

Eso por un lado, porque la exclusividad, esta vez en cuanto a creación, también ataca al propio Cameron, y al universo del planeta Pandora que ha creado. ¿Por qué? Simplemente, Internet vuelve a salir al paso y trae y plantea ciertas dudas sobre la originalidad de la película del director de ‘Titanic’… (continuación en Urban Time).

Esto no es fútbol: La verdad del futbolero

Es algo que piensa todo aquel aficionado del fútbol, una verdad que en realidad encierra una mentira, fortalecida por el tratamiento de las televisiones, como se está viendo en la retransmisión que está llevando a cabo TVE con el Mundial de Atletismo.

El pasado fin de semana, poco antes de la final de 100 m lisos, y a la espera con lo que Usain Bolt pudiera obsequiarnos, Paco González realizó la siguiente afirmación en su Carrusel Deportivo:

“A los que nos gusta el fútbol, nos gustan todos los deportes”

Y esa es la verdad, que no es mas que ponerse una venda en los ojos, que se creen los fanáticos del fútbol, y por añadidura muchos de los periodistas deportivos de este país (aquellos que sólo hablan de fútbol, porque sólo les gusta el fútbol). En realidad, al buen aficionado al fútbol, y esta es una especie que no abunda (ojo no confundir con forofo), no le gustan los otros deportes, porque sólo les gusta el fútbol.

La afirmación de Paco González debería realizarse al revés. No se trata de decir que como me gusta el fútbol, me gustan el resto de deportes. Ni tan siquiera, estableciendo otra relación lógica, si me gusta el futbol, me gustan los otros deportes. La ecuación lógica es al revés, como me gustan todos los deportes, también me gusta el fútbol.

Esto es así, lo de la verdad del futbolero, porque no llega a comprender las reglas que mueven el resto de los deportes. El aficionado al que se refería en su afirmación Paco González era aquel que se mueve hacia otros deportes porque hay un acontecimiento puntual que le llama la atención, y no porque le gustan todos los deportes en general… (continuación en sportyou).

Esto no es fútbol: El efecto Bolt

Las competiciones de atletismo, cada periodo de cuatro años (refiriéndome a Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo y Europeos o competiciones continentales como los Panamericanos, los Pan-Pacíficos o los Juegos de la Commonweatlh….), siguen una línea en forma de dientes de sierra, con los picos en el año olímpico, y el valle en el año sin mundial. Partiendo de este dato, la regresión en cuanto a marcas o picos de forma a los años previos al mundial pre-olímpico a cargo de los deportistas es razonable. Sin embargo, desde hace un tiempo la presencia de atletas destacados o deslumbrantes, por su ausencia, es alarmante, hasta el punto que aquellos atletas veteranos que sepan remar en esta situación van a poder sacar tajada a tanto años de esfuerzo y dedicación. Esa es la realidad, sólo alterada por la aparición del efecto Bolt (de su magnetismo únicamente se libran Bekele e Isinbayeva, aunque estos dos al menos ya han demostrado que son humanos).

El efecto Bolt hace referencia a varias variables. La primera, a la competición en sí. ¿Qué habría sido del Mundial de Berlín sin su presencia? ¿Habría algo de verdad para recordar si el jamaicano no le da por seguir entrando en los libros de historia? Su marca del domingo en los 100 m lisos, por lo menos, ha logrado salvar estos mundiales. Durante un día, el atletismo fue el foco de atención en todo el mundo (algo que sólo logró Phelps con la natación en la final de 100 mariposa de los pasados mundiales, y porque bajó de los 50 segundos con un bañador de los antiguos).

La segunda variable del efecto Bolt hace referencia a las marcas alcanzadas. Cierto que está obligando a los científicos a desmontar todas las hipótesis que habían realizado hasta la fecha. Se pensaba “x” y Bolt ha demostrado que no. Que si se dan las condiciones naturales junto al sacrificio del entrenamiento, el límite aún es desconocido (se apunta que el de Bolt está en 9,49). Llegados al límite, ¿cuánto se tardará en superar las hazañas del jamaicano?… (continuación en sportyou).